El 30 de junio pasado, Aracely N. fue víctima de abuso sexual por parte de Julio N. un asesor jurídico del comisariado ejidal en Motul y a pesar de que se reunieron pruebas suficientes para hacer la denuncia, la persona agresora quedó en libertad, por lo que hoy pidieron que se difunda el caso para que así con la inmediatez, las autoridades competentes se sientan más presionadas para hacer justicia.
El abogado Edier Josué Pech Farfán relató que el pasado 30 de junio, Aracely estaba en su centro de trabajo, el comisariado ejidal y Julio N. llegó, la empujó contra la pared causándole lesiones en algunas partes del cuerpo y después le tocó los senos, caderas y glúteos.
A como pudo, escapó de su agresor y se refugió en el área de cocina de la comisaría, lugar desde donde marcó al 911.
Cuando llegaron los policías municipales el agresor se dirigió en el estacionamiento, sin embargo, fue detenido y puesto a disposición del Ministerio Público.
La víctima contactó al abogado desde el primer momento y así fue orientada para que un médico forense constatara las lesiones y una abogada valorara su situación emocional.
Como testigos de parte de Aracely, fungieron una amiga que la vio exactamente posterior a los hechos y un compañero de trabajo.
Esto permitió que se trabajara en la carpeta de investigación a la par, sin embargo, se integraron tres testigos por parte de Julio: una secretaria particular, el comisario ejidal y el tesorero.
No obstante, al breve tiempo se constató que las personas que fueron testigos en la defensa de Julio N. no estaban en el lugar de los hechos.
Debido a que la integración de pruebas en la carpeta de investigación vencía el 2 de julio a las 6:00 de la tarde, el presunto agresor quedó en libertad.
“Lo dejaron libre a pesar de que el delito es grave en el Código Penal de Yucatán y en lo que continuaba la investigación, esto meritaba prisión preventiva”, explicó el abogado.
El domingo 3 de julio, a las 12:00 del día, Aracely N. envió una carta al Ministerio Público de Motul para solicitar medidas de protección, ya que su agresor conoce la ubicación de su centro laboral, su domicilio y puntos en los que transita, tomando en cuenta que el municipio es pequeño.
Hasta ahora, dicha solicitud no ha sido respondida, por lo que su abogado e integrantes del colectivo Violetas del Mayab acompañan el caso y piden justicia por Aracely y todas las mujeres que han sido violentadas en sus centros laborales y en sus mismos hogares.
Con información de Noticaribe